Cierra los ojos. Imagina tu vida ideal. ¿Cómo quieres ser mañana? Visualízate. Ahora sí, cierra los ojos y mírate durante diez segundos.
Imagina la posibilidad de modificar tu vida mediante el pensamiento. Yo lo he hecho durante toda mi vida y seguro que tú también. Me refiero a imaginarlo. Todos lo hacemos. La diferencia en los resultados estriba en que la mayoría la gente rara vez pasa a la acción y sus pensamientos se quedan en meros anhelos que se evaporan tan pronto como el más leve estímulo los devuelve a su vida cotidiana. Es otra vez lo mismo, hasta el próximo viaje a las nubes. Y nada más.
Ahora recuerda el primer párrafo. Piensa en algo que haces habitualmente y que no te acerca a la persona que quieres ser. Es duro, pero ser consciente y enfrentarse a ello es el primer paso. Enhorabuena, ya estás más cerca.
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