Los 3 pilares fundamentales de una vida saludable son la alimentación sana y equilibrada, una actividad física adecuada a nuestras condiciones y un buen descanso reparador. Si uno de estos pilares falla, nuestro equilibrio personal se desestabiliza y el organismo completo se ve afectado de diversas maneras.
Tanto el cuerpo como la mente necesitan constantes retos y estímulos para mantenerse sanos, preservar su funcionalidad y conservar el dinamismo. Tras la actividad física y mental es indispensable conceder al organismo el descanso necesario para que se recupere del esfuerzo y regenere los recursos empleados en la actividad. Asimismo, está demostrado que el cerebro elimina físicamente los residuos generados por su actividad mientras estamos dormidos, es decir, además de descansar se limpia.
Por si esto fuera poco, es de sobra conocido que, durante el sueño, el cerebro consolida los recuerdos adquiridos en el día. De nada te servirán las largas jornadas de estudio si no las culminas con el correspondiente descanso, incluido un sueño continuado, profundo y reparador. Además, hay estudios que vinculan el dormir bien con un mayor rendimiento, tanto mental como físico. Es evidente, para aquellos que hemos padecido insomnio o dificultades para dormir, que la falta de sueño o su baja calidad influyen de forma determinante en la capacidad para realizar tareas, mantener la atención o tener un estado de ánimo positivo. En mi opinión, el buen dormir es la clave de una vida sana.
Entre las causas que generan la falta de sueño, dificultan su conciliación o propician que éste sea de mala calidad encontramos las originadas por cuestiones físicas (estimulantes, ruido, incomodidad,…) y psicológicas (agitación, emociones negativas,…). A menudo sentimos cierto miedo al acostarnos porque es el momento en el que debemos enfrentarnos a estas emociones. Quedamos a su merced y la mente no hace sino seguir prestándoles atención a falta de estímulos externos o escapatorias que nos faciliten la distracción.
El ejercicio de autosugestión positiva que te presento a continuación tiene como objetivo predisponer a la mente para dormir bien, enfatizando los beneficios del buen descanso y haciendo que ese temido momento de acostarse se convierta en la mejor forma de culminar un gran día.
Ejercicio de autosugestión para dormir mejor
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| Ejercicio de autosugestión para dormir mejor (Masculino) |
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| Ejercicio de autosugestión para dormir mejor (Femenino) |
Cómo realizar este ejercicio
Sitúate frente a la pantalla, a una distancia de entre 50-90 cm. Coloca el scroll para que el punto azul central quede lo más al medio de la pantalla posible, de forma que se vea el cuadro completo.
Cierra los ojos durante 10 segundos y realiza una respiración profunda. Abre los ojos y centra la mirada en el punto azul. No leas las afirmaciones. Procura que este ejercicio sea totalmente pasivo. Permanece mirando el punto durante al menos 3 minutos. Transcurrido ese tiempo cierra los ojos unos segundos para descansar la vista y realiza respiraciones abdominales profundas. Cuando vuelvas a abrir los ojos, fíjalos nuevamente en el punto central y esta vez imagina un péndulo cuyo movimiento esté sicronizado con el ritmo en el que cambian las afirmaciones. Si te resulta complicado imaginarlo, puedes realizar sutiles movimientos a izquierda y a derecha con la cabeza o el torso completo. Realiza esta parte del ejercicio durante el menos 3 minutos o hasta que sientas unas ganas irresistibles de irte a dormir.
Es recomendable realizar este ejercicio justo antes de acostarse porque genera cierto letargo, aunque no es del todo imprescindible. Lo más importante es que le dediques unos 10 minutos al día con regularidad.
Quiero finalizar con una frase de John Steinbeck, que con cierta gracia pone de manifiesto una de las bondades del sueño, su capacidad de solucionar problemas: "Es una experiencia común que un problema complicado por la noche se resuelva por la mañana después de que el comité del sueño haya trabajado en él". Felices sueños.
