Autosugestión para reducir el estrés

En la vida, cada día nos enfrentamos a diferentes retos y desafíos que hacen reaccionar a nuestro cuerpo de maneras muy diversas. Sensaciones como presión, ansiedad, bloqueo mental o la necesidad de salir corriendo, son sólo algunas de las formas en las que el cuerpo humano reacciona a estos estímulos externos.     

El estrés es una respuesta natural que nuestro organismo desencadena ante una situación adversa, con el objetivo de preparar al cuerpo para reaccionar ante circunstancias que supongan una amenaza para la supervivencia. No es en sí una enfermedad, aunque sí puede originar numerosas patologías. 

Con frecuencia, cuanto más estresados estamos menos tiempo dedicamos a relajarnos. “No tengo tiempo” o “tengo cosas más importantes que hacer” suelen ser las excusas principales. Sin embargo, los momentos de bloqueo mental debidos al estrés nos roban más tiempo que una sencilla, breve y reconfortante sesión de relajación. Con apenas cinco minutos de respiraciones profundas y autosugestión, podemos dar a nuestro cuerpo y mente el respiro que necesita para acometer las diferentes tareas en las mejores condiciones. 

Con el fin de entrenar a tu mente para que tenga un mayor aplomo y tome las riendas en las situaciones más estresantes, a continuación te presento el ejercicio para los momentos de estrés. No se trata de conseguir un nivel cero de estrés, sino de encauzar la energía que éste genera hacia la resolución de la situación que lo ha causado. Un cierto estrés es beneficioso y absolutamente necesario. La cuestión es saber aprovecharlo. 

Ejercicio de autosugestión para canalizar el estrés

Ejercicio para reducir el estrés (Masculino)

Ejercicio para reducir el estrés (Femenino)

Cómo realizar este ejercicio 

Relaja tu mente realizando varias respiraciones profundas y concéntrate con ayuda del ejercicio de concentración. Una vez situado cómodamente frente a la pantalla, a unos 50 ó 60 centímetros de la misma, cierra los ojos e imagina que te encuentras en un enorme prado verde, sentado sobre una manta muy suave y bajo un hermoso cielo azul. Nota como un sol muy brillante te calienta primero las mejillas y después va descendiendo hacia el cuello y los hombros. Nota esa sensación de agradable calor en la nuca durante unos segundos. Abre los ojos y fija tu mirada en el punto central del ejercicio. Simplemente observa el punto de forma pasiva y relajada, sin mirar directamente las afirmaciones. Permanece así durante 3 minutos. Después, cierra los ojos para relajar la vista y evoca de nuevo el prado verde durante un minuto. Vuelve a abrir los ojos y realiza de nuevo el ejercicio. 

De entre todas las afirmaciones, elige una o dos y memorízalas para autosugestionarte en los momentos de estrés que no tengas acceso al ejercicio. Es importante que imagines con todo detalle la escena del prado para poder evocarla durante 15 ó 30 segundos en las situaciones que te generen estrés. Vuelve a ese lugar cada vez que necesites calmarte un poco y repite las afirmaciones que hayas memorizado. Notarás como cada vez te enfrentas a esas situaciones estresantes con más calma y las solucionas con mayor facilidad.