22 de septiembre de 2014

Desata tu creatividad con autosugestión

Cuando hablamos de creatividad, el debate nos conduce casi siempre al eterno dilema: ¿es innata o aprendida? Desde la niñez hemos visto a nuestros compañeros dibujar maravillas, escribir genialidades y concebir ideas brillantes para solucionar problemas con suma facilidad. Ahora, ya crecidos, no podemos dejar de observar en las redes sociales el envidiable torrente creativo de amigos y conocidos, con fotos increíbles y comentarios tan originales y mordaces que no podemos creer que sean suyos. El mensaje es claro y frustrante: “¡yo no soy creativo!”.

Si te ves identificado en las líneas anteriores, y aunque no sea consuelo, debes saber que estás en el lado de la mayoría. La buena noticia es que SÍ eres creativo y que, además, estás a tiempo de desarrollar esta faceta. Que no dibujes bien, que tus fotografías no tengan encuadres perfectos o que tengas que pensar durante diez minutos una original respuesta “espontánea” no significa que carezcas del don de la creatividad. Simplemente la manifiestas de muchas otras maneras, quizá menos artísticas pero igual de meritorias.

Sólo debes analizar lo que haces cada día. Descubrirás que, aparte de las cosas que forman parte de tu rutina (y no le exigen demasiado esfuerzo a tu cerebro) todos los días te enfrentas a decenas de pequeños desafíos por los que nunca has pasado antes y respondes de forma creativa para resolverlos. No está de más que de vez en cuando, brevemente, elijas uno o dos de estos retos, por simples que sean, y analices cómo has llegado a la solución. Felicítate por ello.

Cuando empieces a ser consciente de que tu capacidad creativa es mucho mayor de lo que pensabas, adquirirás seguridad y afrontarás todas las situaciones con la actitud mental del explorador que desconoce el camino pero sabe que hay algo al otro lado y se muere por descubrir de qué se trata. Aunque no sabes cómo llegarás al objetivo, tienes la absoluta certeza de que llegarás. Tu creatividad te guiará paso a paso. En todo este proceso no cambia tu capacidad creativa, sino tu actitud al responder de forma creativa. El objetivo del siguiente ejercicio de autosugestión positiva es precisamente ése, abrir la llave que haga fluir el caudal de tu potencial creativo. Recuerda, la capacidad ya la tienes. Sólo debes darle rienda suelta.

Ejercicio de autosugestión para liberar tu creatividad


Ejercicio de autosugestion positiva para desarrollar la creatividad Masculino afirmaciones
Ejercicio de autosugestión para favorecer la creatividad (Masculino)


Ejercicio de autosugestion positiva para desarrollar la creatividad femenino afirmaciones
Ejercicio de autosugestión para favorecer la creatividad (Femenino)

Cómo realizar este ejercicio

Antes de empezar, asegúrate de que nada ni nadie te distraerá en los próximos 15 minutos. Apaga el móvil y configura el salvapantallas de tu ordenador para que no se active durante la realización del ejercicio. 

Ya conoces el ritual previo a la autosugestión: siéntate cómodamente frente a la pantalla, a la distancia adecuada (50-90 cm.), con el cuadro del ejercicio centrado en la misma. Cierra los ojos y respira profundamente cinco o seis veces. Abre los ojos y fija tu mirada en el punto azul central. Sólo debes observar el punto, nada más. No leas las afirmaciones, tu subconsciente lo hará por ti. Transcurridos cinco minutos, cierra los ojos y relaja tu mirada durante 30 segundos. A continuación vuelve a abrir los ojos y realiza el ejercicio de nuevo. Sólo con esto es suficiente por hoy. 

Repítelo durante un mínimo de 33 días y el mensaje habrá calado en tu subconsciente. Observa tu manera de resolver cada situación y compárala con la forma de enfrentarte a las circunstancias tras un mes de ejercicio. Como mínimo apreciarás mucha mayor seguridad porque sabrás que, de una manera o de otra, llegarás a crear una solución. 

Adicionalmente, y con el objetivo de reforzar la acción autosugestiva, puedes incluir la siguiente visualización antes de realizar el ejercicio y mientras realizas las respiraciones profundas con los ojos cerrados. Con que le dediques 2 minutos será suficiente, aunque puedes alargarla tanto como quieras: 

Imagínate de forma visual caminando por un sendero que cruza un campo. Llegas a la orilla de un riachuelo. El agua es clara y poco profunda. Construyes un sencillo puente con piedras y ramas y cruzas al otro lado. Continúas por el sendero y llegas a la orilla de un río profundo y con una suave corriente. En el centro sobresale una gran roca. Observa los recursos a tu alrededor. ¿Hay árboles, piedras u otros elementos que puedan servirte para cruzar? Visualízate generando una solución para cruzar al otro lado, no importa lo simple o compleja que sea. En este punto puedes continuar con la visualización, caminando por el sendero y llegando a diferentes escenarios que requieran de una solución creativa para seguir o puedes abrir los ojos realizar el ejercicio de autosugestión.

Para finalizar, recuerda: la constancia es la clave de la autosugestión. Ejercítate un poco cada día, sin que te resulte una carga. Cuando te aceche la pereza piensa en los resultados que obtendrás dedicándole solamente unos pocos minutos al día. Y, sobre todo, sé consciente de que ya eres una persona creativa. Sólo necesitas darle rienda suelta a todo ese potencial.
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